sábado, 21 de julio de 2012

En la variedad está el gusto

Si una cosa tenemos por estas tierras es variedad de roca.
Esta última semana he catado tres joyas de la escalada, muy diferentes y recomendables vías.

Sábado 7 de Julio:


Quedamos Albert, Manu y yo para escalar en nuestro fresquito Pirineo.
La meteo no pinta del todo bien i el gurú de la meteo, Albert, propone repetir Lágrimas en la roca en Peña Montañesa.
A mi sólo me viene a la cabeza la última vez que Albert me propuso ir a Montrebei en Junio, prometiéndome un cielo cubierto de nuves con agradables temperaturas, para acabar encontrándome con un SOL abrasador en un desierto de roca como es la pared de Cataluña.
Pero bueno, al final decidí darle un voto de confianza por aquello de la amistad y tal.




La verdad que Albert superó la prueba con creces, y las nuves que no vinieron a Montrebei se concentraron todas en Montañesa.
La Lágrimas es una vía espectacular.
Los dos primeros largos son poco definidos donde has de intuir el buen camino, para pasar a un perfecto diedro que en dos largos te deja en una buena repisa que corta la pared en su primer tercio.


Albert en el tercer largo (7a)

A partir de esta repisa un juego de micros y de fisureros serán suficiente material para afrontar los excelentes y exigentes largos que nos quedan.



Tato en el quinto largo (7b)


Largos espectaculares que nos encontramos en la parte superior donde domina la placa técnica de gotas de agua (que dan nombre a la vía). 

Manu en el séptimo largo (7a+)


Manu y yo, como dos auténticas marujas,  nos pasamos toda la escalada apretando a Albert sobre sus "affaires" no escalatorios. Albert, esquivando nuestros ataques con agilidad iba encadenando los largos mientras Manu y yo caíamos como moscas.
Al final, como siempre "quién ríe último ríe mejor", siendo Albert el único que encadenó toda la vía. Viendo como Manu y yo tendremos que volver a buscar el rotpunkt en otra ocasión.


Tato en el monolítico 8º largo (7b+)

Jueves 12 de Julio:


Esta vez cambiamos de escanario y decidimos ir Toti y yo a la vía Lusilla en la Miranda dels Ossos (Montserrat).
Esta linia es muy sugerente, pero los comentarios que hemos ido escuchando han estado a punto de hacernos cambiar los planes.
Al final decidimos ir y tener nuestra propa opinión de la vía.




Nos decantamos a entrar por la Gironella, entrada más directa y atractiva que la original.
Este primer largo nos deja muy buen sabor de boca. La roca requiere la atención propia de la cara norte de Montserrat pero en general es buena.


Toti el el primer largo de Gironella (6b+)


El segundo largo va por un marcado y fisurado diedro. Un diedro físico de buena roca en general, exceptuando los últimos 8 metros donde aunque más fácil, tendremos que prestar un poco más de atención a la roca.


Tato en el excelente diedro del segundo largo (6b)


Toti y yo nos sorprendemos de lo buena que es la vía de momento. 
Ahora viene uno de los largos difíciles de 7a donde la roca no inspira tanta confianza pero sí los parabolts que lo aseguran.



Toti resolviendo tercer largo (7a)


El quinto largo también pinta bien. Una placa fina de 7a+ para después alcanzar un diedro de 6b+. 
Roca blanca típica de la cara norte con algún paso largo que me acaba tirando en los últimos movimientos antes de alcanzar el fantástico diedro que te lleva a la reunión.



Toti deshaciendo el cuarto largo (7a+)


Finalmente estamos más que contentos de haber decidido escalar la vía. 
La verdad que para nuestro gusto es una de las vías buenas de la "Nord d'Agulles" y muy recomendable.


Domingo 15 de Julio:


Esta vez de vuelta al frescor del Pirineo con Albert. 
Optamos por escalar la Racs, en la pared de la Cascada.
La Racs nos trae muy buenos recuerdos. Precisamente fué la primera vía que escalamos juntos, hará unos diez años.




Esta vez nos acompañan Toti Soler y Oriol, el hermano de Albert.
Hay cosas que no te dejan de sorprender. 
Lo último que me esperaba era ver a un escalador deportivo como Oriol, siempre dándonos caña a alpinos como Albert y yo, escalando en Ordesa. Mostrando su lado más alpino.
No podía haber escogido mejor opción que la Racs, una de las mejores vías de Ordesa. Buena roca, atlética, mucho ambiente y con fisuras que permiten emplazar unos buenos puntos de seguro. 
El día prometía ser muy bueno, tanto por la escalada como por la compañía.
Decidimos empezar Albert y yo como primera cordada y Toti y Oriol detrás.
La vía empieza por un zócalo fácil con un desplome final de 7a para llegar a la reunión.


Albert en el ionicio del desplome del primer largo (7a) 

El segundo largo va a buscar un diedro perfecto, técnicop y sostenido. También de 7a.


Albert deshaciendo el segundo largo (7a)



Otra toma del 2º largo, esta vez Toti Soler




















El tercer largo recorre unos desplomitos fisurados hasta la base de un techo.







Albert en el 3er largo (6c+)




















Durante la escalada, Albert asume el papel de hermano mayor y se preocupa en dejar algún que otro friend puesto, en los pasos clave, para seguridad de Oriol.
La tónica de todos los largos es siempre la misma, fisura desplomada y mantenida sobre buena roca. Una escalada espectacular.
El cuarto largo es el duro de la vía. En su díapudo conmigo. Esta vez me volvía a tocar a mí.
Aprovechando los reposos que te ofrecen estas fisuras y diedros ordesianos, consigo superarlo con éxito. Por fin me he sacado una espinita que tenía clavada.


Albert en 4º largo (7a+)






Toti también en el 4º largo





















Lo difícil ya está hecho.
Pero no hay que confiarse, ya que lo que queda siempre sorprende en esta desplomada escalada de Ordesa.


Vestigios de antiguos mares





















Toti y Oriol




















La verdad es que, después de diez años, nos damos cuenta que ahora estamos tan o más fanáticos que antes. Manteniendo la ilusión y las ganas de escalar, con mil proyectos en la cabeza.

1 comentario:

  1. ei bandarra
    ja les passem bé
    bueno ara que marxes a yosemite tants dies si pots escapar-te avisa.

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